Autorregulación

Régimen creado por una organización, para encauzar sus conductas corporativas y sus actividades a partir de reglas eminentemente preventivas y de la supervisión de su implementación y de su cumplimiento, a través de una autoridad que no deriva del gobierno. Las bases éticas de la autorregulación en un contexto de negocio se sustentan en la objetividad, la autonomía, la integridad, la transparencia y la eficiencia.

El modelo de autorregulación tiene como componentes:

1.La decisión voluntaria, y sin presiones externas, por parte de una industria o profesión para diseñar, establecer y cumplir un sistema de normas y disposiciones éticas y de integridad que regulen sus actividades, sus interacciones y sus conductas.

2.La estructuración de ese sistema de normas y disposiciones en un Código de Ética, fundamentado en el marco legal aplicable y en principios y valores que asumen la industria, las empresas que la conforman y quienes colaboran dentro de cada una de ellas.

3.Un sistema de seguimiento que permite monitorear el cumplimiento de las normas y disposiciones definidas en el Código.

4.Un órgano responsable de la administración, promoción, vigilancia y evaluación de la efectividad regulatoria y del cumplimiento del Código, así como de su actualización periódica para mantener un proceso de fortalecimiento continuo del sistema de autorregulación.

5.Un sistema de ética con consecuencias:

a.Que reconoce y estimula a las empresas que logran prevenir prácticas indebidas mediante el cumplimiento de las normas y disposiciones del Código; que identifica y difunde las buenas prácticas que forman hábitos; y que impulsa la cultura de cumplimiento por convicción.

b.Que transparenta las acciones e interacciones que realizan las empresas adheridas al modelo de autorregulación como evidencias de la integridad y legitimidad de su actuación.

c.Que cuenta con un sistema de quejas y denuncias que orienta, concilia y, en última instancia, sanciona los incumplimientos del Código.